Por los pibes de Malvinas que jamás olvidaré

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Termina 2022, el año de los 40 años de Malvinas, el mismo en que Argentina vuelve a ser campeón mundial de fútbol y Esteban Juan Tries, veterano de Malvinas, vecino de Villa Ballester quien estudió en el Colegio Hölters, comparte en Reflejos un emocionante paralelismo entre la frase de la canción mundialista y la gesta de nuestras islas del Atlántico Sur.

" ‘Por los pibes de Malvinas que jamás olvidaré’ cantamos en todo el país y en gran parte del mundo, un mundo celeste y blanco, como nuestra bandera nacional, y también como el cielo en nuestras Islas Malvinas. Le hemos demostrado al mundo entero que sabemos formar equipo, amar al prójimo, cantar el Himno, respetar decisiones difíciles y entregar todo. Nuestra selección lo demuestra día a día, sin protagonismos, sin egoísmos, como la verdadera humildad de los grandes, así se peleó en Malvinas, una gesta donde se entregó todo. 

Como soldado integrante de la Compañía del Regimiento de Infantería 3 puedo garantizarles que me siento totalmente identificado con estas emociones y estos valores. El amor que se vivió en el campo de batalla, el liderazgo de nuestros oficiales y suboficiales, el equipo entre soldados, el abrazo oportuno, el compartir las alegrías y las tristezas, los saludos de amor de nuestra gente y por, sobre todo, la fe en Dios, un Dios presente en cada momento.

Malvinas nos une, el fútbol nos une, un 25 de mayo de 1982, cantamos el Himno Nacional a viva voz, el combate estaba a pleno, un 18 de diciembre de 2022 en Qatar, el Himno se canta con pasión y emoción, el partido está a pleno, el triunfo está garantizado. Dijeron que la guerra de Malvinas, la perdimos los argentinos…

Yo les puedo asegurar mis queridos compatriotas, que cuando ponemos el corazón, el compromiso, logramos realmente trabajar en equipo, con fe, con amor y convicción de lo que realmente queremos lograr, el éxito está garantizado. Lo logramos en Malvinas, lo logramos en el Mundial de Qatar, sigamos confiando en cada uno de nosotros, abriendo el corazón y observando que es lo que necesita nuestro compañero, el de al lado, aunque sea de otro equipo”.