“Siempre tuvo mucho talento, capacidad e inteligencia para jugar”, afirmó Claudio Morelli, su primer profesor y descubridor en el club Sportivo Villa Ballester. “Lo hacía jugar con los chicos más grandes y les ganaba”, recordó de Baéz, quien en la última semana escaló un puesto y superó a Diego Schwartzman.
El camino de Sebastián Báez, desde el Sportivo Villa Ballester a la cima del tenis mundial





Las páginas de los medios deportivos nacionales e internacionales vienen resaltando el ascenso de Sebastián Báez, el tenista oriundo de San Martín de 22 años de edad y actual número 35 del ranking mundial single de la ATP, que este mes obtuvo el Abierto de Córdoba, tras derrotar en la final a su compatriota Federico Coria.
En diálogo con este medio, Claudio Morelli, su profesor que desde los 4 a los 8 años encaminó los inicios de su carrera deportiva en el Club Sportivo Villa Ballester recordó los inicios de una de las grandes promesas del deporte argentino y su lucha para saltar a las primeras planas del tenis mundial.
El año pasado cosechó su primer título en Estoril, ya jugó con el equipo argentino de Copa Davis y comenzó este año con un resonante triunfo en Córdoba. Pero el desafío tenístico del 2023 recién comienza y Sebastián tiene todo lo necesario para sumar triunfos y experiencia en los courts del mundo. |
Con una extensa carrera deportiva con más de 30 años de profesor de tenis y tras haber trabajado en muchos clubes y con numerosos alumnos, Morelli recordó: “Conocí a Sebastián a través de su madre, ella lo hacía pelotear contra la pared y él lloraba cuando no podía jugar”.
“La familia de Sebastián, que nació en el Hospital Italiano el 28 de diciembre de 2000, vivía en Billinghurst. Su papá, José Luis, es un ex combatiente de Malvinas. Su mamá, Elena Beatriz, es también una luchadora impresionante”, destacó Morelli.
Y cuando lo comenzó a formar a sus cuatro años, “ya se veía que tenía mucho talento. Lo hacía jugar con los chicos más grandes y les ganaba; me sorprendió que él incorporaba todos los golpes que le tiraba y los iba perfeccionando”.
“Nosotros entrenábamos casi todos los días, de lunes a sábado. También se entrenaba con mis ayudantes. Yo fui su formador y quien lo orientó desde chico, después pasó por varias manos”, precisó.
“Sebastián tuvo que luchar muchísimo para llegar a este momento deportivo, porque el ambiente del tenis es muy cerrado. Pero siempre tuvo mucho talento, capacidad e inteligencia para jugar. Era brillante en todo sentido. La esperanza es que pueda avanzar todavía más”, se ilusionó su ex profesor.
El número uno, en cada categoría que jugaba
“Hicimos una clínica deportiva en la Sociedad Alemana de Gimnasia de Villa Ballester (SAGVB) con Guillermo Vilas. Había llovido, actuamos en el estadio cubierto y Vilas se asombró porque Sebastián le devolvía todo lo que le tiraba”, recordó con orgullo.
A la hora de describir sus características técnicas, Morelli resaltó: “Es diestro, tiene un revés muy bueno a dos manos y un drop excepcional. Mejoró mucho el saque con la guía de su actual entrenador”.
“También tiene una gran variedad de golpes y cuenta con estrategias para plantear bien los partidos. Trabajó mucho la parte ofensiva y sobresalía frente a los demás. Nosotros le inculcábamos que jugara con alegría y se divirtiera”, aseguró.
A los 8 años comenzó a competir en forma exitosa en la categoría “menores 10 años”, cuando los padres lo llevaron a la Asociación Argentina de Tenis. “En cada categoría que jugaba era el número uno”, indicó.
Una vez que empezó a competir, Sebastián jugó en Europa, ganó el Orange Bowl en Estados Unidos y se consagró campeón en el Masters de menores, entre otros torneos. Con la intervención de José Luis Clerc le otorgaron una beca. Y luego continuó su carrera con Sebastián Gutiérrez como entrenador, dupla que continúa hasta hoy, con la reciente incorporación de Javier Frana como asesor.
Cuando apenas transitaba el polvo de ladrillo, Sebastián ya le aseguraba a quien quisiera oírlo que “quería ser número uno de la Argentina y su sueño era llegar lo más lejos posible”. Si sigue en la misma senda, ¿quién se atreverá a quitarle esa hermosa ilusión al tenista oriundo de San Martín de apenas 22 años?
Sebastián Cejas