El Día de la Tradición se celebra en Argentina cada 10 de noviembre, fecha que fue elegida en conmemoración del natalicio del poeta argentino José Hernández, autor, entre otros, del poema narrativo El gaucho Martín Fierro y su continuación, La vuelta de Martín Fierro, que describen la vida del gaucho.
10 de noviembre - Día de la Tradición





Por: Julio Otaño, director de Museos Históricos de Gral. San Martín
La palabra Tradición deriva del Latín "tradere" y quiere decir donación o legado. Es lo que identifica a un pueblo y lo diferencia de los demás, es algo propio y profundo, siendo un conjunto de costumbres que se transmiten de padres a hijos. Cada generación recibe el legado de las que la anteceden y colabora aportando lo suyo para las futuras.
El Día de la Tradición se celebra el 10 de noviembre, día en que nació el escritor José Hernández, defensor del arquetípico gaucho y autor del inmortal "Martín Fierro", obra cumbre de la literatura gauchesca, relato en forma de verso de la experiencia de un gaucho argentino, de su estilo de vida, sus costumbres, su lengua y códigos de honor.
El martes 10 de noviembre de 1834, vino al mundo en la chacra de su tía Victoria Pueyrredón, José Rafael Hernández, segundo hijo -Magdalena fue la mayor y Rafael el menor- del matrimonio constituido por Don Rafael Hernández y Doña Isabel Pueyrredón. La rama paterna, era netamente federal, en tanto la materna pasaron a engrosar los grupos adversos a Rosas y eran unitarios. Esa chacra pertenecía a Julián Perdriel y posteriormente fue vendida a Don Domingo Belgrano; luego fue adquirida por uno de los héroes de la vuelta de Obligado, Gral. Lucio Norberto Mansilla y finalmente en 1830 fue adquirida por el matrimonio Pueyrredón (sobrinos de Juan Martín de Pueyrredón).
Hasta los seis años José Hernández vivió en esa chacra al cuidado de su tía Victoria, llamada "mamá Totó", mientras sus padres solían pasar largas temporadas trabajando en estancias del sur de la Provincia. Los niños Hernández quedaron luego al cuidado de su abuelo paterno, José Gregorio Hernández Plata, que vivía en una quinta de Barracas sobre el Riachuelo. En 1843 falleció su madre. Al poco tiempo se sintió afectado por una dolencia física, al parecer del pecho, por la que le prescribieron un cambio de clima y fue llevado por su padre, que trabajaba como mayordomo en las estancias de Rosas, a la pampa bonaerense donde se recuperó.
A los 12 años, Hernández entró en contacto directo con el gaucho y con sus tareas de todos los días, en una época caracterizada por la intensa actividad de los saladeros. Su hermano Rafael relato: "Allá en Camarones y en Laguna de Los Padres se hizo gaucho, aprendió a jinetear, tomó parte en varios entreveros y presenció aquellos grandes trabajos que su padre ejecutaba y de los que hoy no se tiene idea. Esta es la base de los profundos conocimientos de la vida gaucha y amor al paisano que desplegó en todos sus actos“.
Hernández fue escritor, legislador, poeta, taquígrafo, periodista, soldado, estanciero, pero sobre todo un político. Se opuso a la guerra que destruyó al Paraguay y adhirió a las revoluciones federales hasta sus derrotas definitivas. Amparado en una amnistía de su enemigo, el Presidente Sarmiento, regresó a Bs As y en el Hotel Argentino escribió El gaucho Martín Fierro, testimonio de la heroica época de las masas y las lanzas, el drama social, la liquidación sangrienta del gauchaje, barridos o expulsados más allá de la línea de fronteras o sometidos con sus hijos como peones de estancia.
La obra comenzó a venderse en las zonas rurales. Era leída en grupo, en fogones o pulperías y su gran éxito se debió a que pintaba con veracidad las vicisitudes del gaucho y los paisanos se reconocían en la desgracia del protagonista.
En 1879 fue diputado, ese mismo año se conoció la segunda parte del poema gauchesco: La vuelta de Martín Fierro. En ella, al cabo de un tiempo, el personaje regresa a la civilización y cuenta su vida en las tolderías, las costumbres aborígenes, una epidemia en la que muere su amigo Cruz. Es muy popular Hernández: La gente lo ve pasar por la calle conversando animadamente con ese vozarrón que Dios le ha dado y le pone de apodo “Matraca”, que le quedará hasta que lo empiecen a llamar “Martín Fierro”.
Hernández abogó desde la Legislatura por la federalización de la ciudad de Buenos Aires en consecuente oposición a Leandro N. Alem. Con el gobernador Dardo Rocha trabajó en el proyecto de fundación de la capital bonaerense. La fundación tuvo lugar el 19 de noviembre de 1882 y, se sirvió un asado preparado por Hernández. En 1884 compró una quinta en Belgrano, en donde comenzó a residir. En Belgrano vivió con su familia, Carolina González del Solar su esposa y sus 7 hijos. El 12 de octubre de 1886 asumió el Presidente Miguel Juárez Celman.
Hernández murió en brazos de su hermano, de una afección cardíaca en su quinta de Belgrano, el 21 de octubre de 1886, murmurando: “Esto está concluido”. Al día siguiente, los diarios titularon: “Ha muerto el senador Martín Fierro”.
Sus restos descansan en el cementerio de la Recoleta. Cuando murió, como uno de tantos, recibió los discursos de circunstancias; más allá en la pampa el gaucho lo lloró con lágrimas de hombre, porque a él le debía la reparación histórica, la que no podría ser borrada; la que lo haría eterno, como universal fue la figura que su genio construyó: Martín Fierro.