La muestra de Felipe Noé se despide de Ballester

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Hasta este domingo 21 se puede visitar en el Espacio Cultural Ballester

Este fin de semana termina “El Ojo Creador”, la exposición de la Fundación Luis Felipe Noé que comenzó el 5 de julio en el Espacio Cultural Ballester y el 11 de julio en el museo municipal Casa Carnacini. Fueron más de dos meses y medio de intenso trabajo, con más de 160 visitas guiadas para escuelas de todos los niveles, escuelas especiales, centros de día y profesorados. Hubo charlas, talleres, música y mucho arte en todas sus formas que disfrutaron los vecinos de San Martín y también de otras zonas.



La muestra recorre 60 años de producción de Yuyo Noé, uno de los artistas más destacados a nivel nacional e internacional y, es la primera que se realiza tras su fallecimiento en abril pasado. Su contenido es singular, colorido, motivador y posibilitó la realización de múltiples actividades en torno a todas las obras y de Entreveros, la enorme instalación de 2017, que condensa su visión de un mundo en permanente cambio. Alejandra González Pistarini, coordinadora del Espacio Ballester, contó a este medio que El Ojo Creador ya se transformó en la muestra más exitosa de todas las que albergaron en estos dos años.


Este sábado y domingo serán los dos últimos días para visitar la exposición de piezas gráficas, escritos, obras colaborativas, instalaciones y experiencias inmersivas en el Espacio Cultural Ballester y el sábado en la Casa Carnacini. Como cierre, ambos espacios ofrecerán actividades especiales. 

En la Carnacini, este 20 sábado habrá una fiesta de grabados y artes gráficas. Y en el Cultural Ballester habrá una jornada de sensibilización y producción artística a las 16, con cupo limitado. El domingo 21, el cierre será a las 17.30 con la actuación de la Orquesta Juvenil Municipal que ejecutará Scheherezade, de N. Rimsky-Korsakov y una cata de vinos, cortesía de Risano Delicatessen.

Con una concurrencia impensada de más de 3 mil visitantes, la muestra ofreció más de 35 actividades diferentes, además de una experiencia singular que ofrecía recorrer ambos espacios culturales, la Casa Carnacini con sus actividades principalmente de grabado y el Espacio Ballester con sus múltiples propuestas, en un recorrido de casi dos horas.

“Fue la muestra más visitada, superó a la de Charly García que también fue un éxito total”, aseguró Alejandra, feliz por la respuesta de la comunidad. “Recibimos alumnos de todos los niveles y edades, desde jardín hasta terciarios”, agregó y contó que además de visitar las obras entre todos realizaron trabajos que iban creciendo con el aporte de cada uno. Los chicos de jardín y los más chicos de primaria dibujaban sobre extensas tiras de papeles que, luego, los alumnos más grandes de primaria y secundaria pintaban con colores flúor al mejor estilo Noé, utilizando herramientas confeccionados por el personal del Espacio imitando las usadas por el artistas, como el peine, el secador, el autito y otras. Por último, los alumnos de los últimos años de secundaria o escuelas de adultos o terciarios terminaban pegando y colgando esos papeles para armar una instalación inmersiva participativa que los visitantes podían disfrutar.




Por otro lado, en el marco de la muestra se hicieron decenas de talleres con gran concurrencia, como por ejemplo “Entreveros Virtual, donde los asistentes con un visor podían estar dentro de la obra y recorrerla”, sintetizó la coordinadora del Cultural Ballester. 

Además de actividades dirigidas a alumnos, en el Centro Cultural Plaza se ofreció el Seminario Internacional Entreveros, durante dos días, con ponencias de diferentes artistas de alto nivel. También, actividades para el público en general, entre ellas propuestas artísticas, lúdicas y participativas, conversaciones con especialistas y hasta una doble jornada de talleres con Carolina Antoniadis -artista visual y docente- para explorar la técnica del collage y la pintura y, con Diego Bianki -artista visual y docente uruguayo-, quien invitó a trabajar con cajas, entre el lenguaje textual y el visual atravesado por el lema de las tres “R”, recuperar, reciclar y reutilizar.

También, se destacó la presencia de la Compañía Juvenil de Danzas que llevó adelante “una activación de la muestra”, bailando alrededor de la instalación central y, con líneas de colores -de lanas y telas-, atravesaban la obra hacia el público, siempre bailando, logrando una especie de extensión de la obra Entreveros haciendo participar al público de la instalación. Otro, fue el taller de fotografía junto con el Espacio Witcomb; dos jams de dibujo con la participación del director de la Orquesta Juvenil tocando la guitarra mientras la modelo posaba entre los largos paños de papel que habían intervenido los alumnos. Asimismo, participó Maraña Gestual donde los chicos, inspirados en Entreveros crearon sus obras con materiales de desechos y descarte.

Sin duda, el “El Ojo Creador” fue una experiencia de todos los sentidos que perdurará por siempre en el ojo de todos quienes tuvieron la dicha de visitarla.