El vecino de Villa Ballester, ganador del premio “Farmacéutico 2021” dijo que “el autotest de Covid-19 es bastante confiable si da positivo” y que “un resultado negativo debería ser confirmado”. Además, expresó que el método “aliviaría un poco a las entidades públicas” y que su implementación es “discutido” probablemente porque se perdería el control de los casos positivos. Y advirtió que “si los adultos se vacunan, pero lo chicos no, el virus sigue mutando con nuevas variantes”.

“Lo veo bien como una herramienta complementaria”, dijo a Reflejos Sergio Pallotto, destacado bioquímico de Villa Ballester, en relación a la implementación del autotest para detectar casos de Covid-19, tras la aprobación final otorgada por la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) ante el aumento de casos positivos tras la llegada de la variante Ómicron a la Argentina.

Tras el reclamo del ministro de Salud porteño Fernán Quirós al Gobierno nacional por la “liberación” de los kits y las largas filas de personas para testearse en todo el país, este medio consultó a Pallotto sobre las características del dispositivo y su confiabilidad, luego de la aprobación otorgada este miércoles 5 por la ANMAT a cuatro test de autoevaluación, de cuatro laboratorios, para su venta exclusiva en farmacias.

Sergio Pallotto director del equipo que creó Neokit Plus, el test para detectar COVID-19
en tan solo un par de horas, durante una de las capacitaciones que dio por todo el país
para el correcto uso del test de diagnóstico. Acá, en un hospital de Esperanza, Santa Fe.

Director del Laboratorio Neokit SAS y vecino de Villa Ballester, Pallotto fue reconocido como “Farmacéutico del año” con el premio SAFYB 2021 por el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos, por su trabajo en la implementación del test rápido Neokit para Covid-19.

- ¿En qué medida serviría el autotest de Covid-19?   

-Es una herramienta complementaria que se está usando en varios países. Hay errores que se pueden cometer si se toma mal la muestra y además puede dar un falso negativo. Si da positivo es bastante confiable y más certero, pero el resultado negativo debería ser confirmado. 

- ¿Cómo se tomaría la muestra por parte de los usuarios?

-Es un test nasal, pero no es nasofaríngeo, porque autohisoparse es muy difícil. Hay un manual con los pasos a seguir. Lo más importante es tomar bien la muestra. No es nada del otro mundo. La gente se hace un hisopado nasal y pone el hisopo en un líquido donde se extrae una dosis y se pone en un cartucho, como en un test de embarazo.

-En caso de dar positivo, ¿se debería informar el resultado a algún registro?

-No, en la Argentina el registro de casos se realiza a través del SISA (Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino), donde todos los hospitales y laboratorios de análisis clínicos vuelcan los resultados a diario. Con el autotest la gente no va a tener acceso al sistema integral nacional y por eso está tan discutido el tema. Entonces, se pierde el control de los casos positivos.

-¿Qué grado de confiabilidad tiene el método?

-Los autotest tienen una sensibilidad más baja que un método de diagnóstico molecular como un PCR o Neokit. Es una buena herramienta complementaria. Y si uno tiene una sospecha por contacto estrecho tiene que esperar cinco días para tener la carga suficiente para la detección.

-¿Su precio sería accesible para la gente?

-En otros países es accesible. Sería más barato que el costo del test en un laboratorio, pero ahí dan un resultado confirmado. Cuando la gente tenga síntomas se lo podría hacer, pero si hay síntomas y da negativo se puede haber tomado mal la muestra.

-En definitiva, su uso sería positivo…

-Es una herramienta muy buena, pero complementaria. Si uno tiene una carga alta va a dar positivo, sino no. Todos los métodos de diagnóstico necesitan una carga mínima detectable. Vi una cola de una cuadra de gente para hisoparse en la salita Marengo y el autotest aliviaría un poco a las entidades públicas. Todo ayuda. En Estados Unidos se usa mucho y es de venta libre. 

-¿Cómo evalúa la vacunación en la Argentina?

-La vacunación es esencial. Está funcionando muy bien en la Argentina, pero a diferencia de otros países no se está haciendo en farmacias, como cualquier plan de vacunación. Debería ser administrada por ellas y esta situación hace que se atrase la vacunación. Si fuera así, ya estaríamos todos vacunados. Y el sistema actual no asegura que se lo trate como un medicamento.

-¿Y la vacunación de los menores?

-La vacunación con Sinopharm, de China, a menores de 11 años, ya se está aplicando en el mundo para frenar la circulación del virus. Si los adultos se vacunan, pero lo chicos no, el virus sigue mutando con nuevas variantes. Ya muchos padres se animan a vacunar a los chicos. En la Argentina va avanzando de a poco. De 11 años para arriba se aplica Pfizer. Y en los adultos se demostró que las combinaciones de vacunas siempre son efectivas. Hoy tenemos una vida un poco más normal por la vacunación, con muchos contagiados, pero el número de muertes e internaciones bajó mucho.

-Entonces el mensaje es que la gente se vacune…

-La vacunación es importante para cortar la circulación. Si el virus sigue circulando cada vez habrá una variante que mute y con la vacunación se evita que colapsen las terapias intensivas.